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Saint George en paros y marchas

 

Se conoce como paro a la interrupción de las actividades para llamar la atención de las autoridades con el fin de conseguir algo. ¿Qué busca el alumnado del colegio Saint George al parar? ¿Llamar la atención de las autoridades del mismo colegio? ¿del gobierno? ¿acaso llama la atención un intento de paro del alumnado en que, sin embargo, asisten al colegio una cantidad considerable, a veces la mayoría (sobre todo en el ultimo tiempo) de los estudiantes de media? Seamos francos, a muchos georgianos no les interesa el tema, a otros no los dejan faltar al colegio, y también existen los que no están de acuerdo con el movimiento estudiantil, aunque se les ignore. Un paro es viable cuando el alumnado está informado, consciente, interesado y de acuerdo con la causa, refiriéndose con alumnado no a las veinte personas que marchan, o las treinta que van a las asambleas, sino a los 750 alumnos de media. La realidad es que los alumnos informados y motivados por el movimiento son pocos, mas las decisiones tomadas hacen creer que son mayoría. 

Por otro lado, en las marchas los alumnos van en representación del Saint George, con uniforme y lienzo. Eso significa que por lo menos el 50% de sus alumnos apoyan el movimiento estudiantil. Bajo esa premisa, es una vergüenza que marchen aproximadamente treinta personas (cerca de la mitad son de 9º),  y no corresponde que estas treinta personas se tomen el nombre de nuestro colegio para una causa que al resto no le mueve (o no lo suficiente como para sacrificar un día de clases). Existe un desinterés indiscutible, que se manifiesta claramente en la baja asistencia a las marchas y asambleas, mas no en los plebiscitos. ¿Qué pasa que las votaciones arrojan resultados que no calzan con el actuar de los georgianos? ¿es una votación representativa?. El voto ofrece dos opciones: “ir a la marcha con representación del colegio” “ir a la marcha sin representación del colegio”. Al plantearse esta pregunta, muchos alumnos piensan: “¿por qué voy a impedir con mi voto que alumnos vayan a marchar con representación del colegio?” “no me importa que usen el nombre de mi institución para una causa que no me mueve”. Este pensamiento “solidario” entorpece el proceso de identificación de tendencias en la opinión georgiana, y eso es lo que busca una votación: identificar la opinión general frente a un tema. Entonces, nos enfrentamos a una pregunta mal formulada; lo que nos interesa saber es el número de alumnos adherentes al movimiento para llegar al 50% requerido para representar al colegio, no el número de alumnos que no quieren que se use el nombre del colegio en la marcha. 

Por otro lado, una amplia cantidad de alumnos no votan en los plebiscitos, pues no les interesa el tema. Por esto, no son parte del 50% requerido, que incluye a todos los alumnos de media del colegio Saint George. No porque no votes dejas de ser georgiano. Al tomar como total solo a los votantes se ignora la opinión de los no votantes, o en este caso, la falta de opinión, y se tabulan datos que no son reales. La postura de los no votantes influye en el total de adherentes al movimiento. Si no votas, no es que estés en descuerdo, pero tampoco estás de acuerdo, y eso es lo que importa. 

En la asamblea del 7 de mayo, con cerca de 30 asistentes de los 750 invitados, se dio énfasis a la función pedagógica de la votación, planteando que votar en los plebiscitos te enseña a votar en el futuro como ciudadano. Honestamente, no creo que se necesite aprender ni practicar para votar. De todas formas, bajo la premisa de que sí es necesario, dicen que es importante que el total en la tabulación de datos sean los votantes, olvidándose de la función del plebiscito. La función del plebiscito es reflejar la opinión general, no enseñarte a votar.  

Varias veces se ha propuesto hacer un paro reflexivo, como el del año 2013, en el que dependíamos del nivel de información que teníamos los mismos alumnos, que suele ser bajo, sin generar nuevos conocimientos. En lugar de eso, es más conveniente hacer una jornada de educación cívica, en la que se aprendería más. 

No se puede seguir enfrentando el tema de la misma manera que se hacía en el 2011. Los tiempos han cambiado y el tema ya no mueve masas como antes. Incluso más: las asambleas en el 2013 estaban llenas, había gente parada pues todos los asientos estaban ocupados. En cambio, primera asamblea del 2015 y tuvieron que pedir a las cinco personas sentadas al final que ocuparan los asientos de las primeras cuatro filas para estar todos cerca y renunciar al micrófono. 

Propongo una reforma en el sistema de votación. Para saber cuantos alumnos apoyan el movimiento estudiantil es necesario un plebiscito con un enfoque más claro. Si, considerando a los que no votaron, existe un 50% de alumnos que apoyan el movimiento, los que vayan a marchar pueden hacerlo en representación del colegio, con uniforme y lienzo. Si el número de alumnos que apoyan la causa es menor al 50%, los que vayan a marchar irán con ropa de calle y sin lienzo (aún así pueden juntarse a la salida del colegio como siempre). En relación al paro: seamos realistas, es inviable. 

 

 

 

 

  ____ Conozco y apoyo el movimiento estudiantil. 

  ____ Conozco y no apoyo el movimiento estudiantil.

  ____ No conozco el movimiento estudiantil. 

 

 

Asistiré a la marcha del día x 

Sí ____         No ____

 

 

 

 

 

 

 

 

Anónimo G16

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