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¿Por qué marchan los provida?

 

     El nuevo proyecto de ley de aborto del gobierno ha causado una inmensa polémica. Solo el 23 de marzo recién pasado salieron todos los provida a manifestarse con sus poleras rojas (¿soy la única a la que le parece irónico que el núcleo más duro de la derecha se manifieste con el color rojo como si fueran la Jota?). La iglesia se ha escandalizado, los colegios conservadores hicieron de la marcha una actividad extra programática y políticos UDI se han sacado las corneas por tan antiética idea.

Me llama la atención todo el cacareo cuando la ley de aborto cubre solo tres causales bien especificas: en caso que vayas a parir un niño muerto; que al dar a luz te mueras tú; o que hayas sufrido la espantosa experiencia de una violación. Nadie, más que en opiniones meramente personales, ha hablado de aborto libre. Que no me vengan con que es la puerta de entrada para algo peor, porque estamos hablando de un tema básico de salud pública y respeto a la libertad de la mujer.

Les voy a hablar a todas esas niñitas bien y dueñas de casa que fueron a la marcha (y particularmente a ellas, porque no quiero meter a todos los que se suscriben a la idea en un mismo saco): ¿han pensado seriamente en contra de lo que están marchando? No estamos hablando de ir por ahí matando fetos que les falta una semana por nacer, estamos hablando de que al parir la madre muera, o el hijo muera en sus brazos a las pocas horas de haber nacido, o de una pobre mujer que tuvo la terrible suerte de ser violada y ya arrastrará con esa carga psicológica por el resto de su vida sumada con un niño embaucado sin su consentimiento en su vientre.

No quiero internarme en el complicado debate del aborto en todas sus causales, solo hablaré de lo que el gobierno propone, con lo que estoy completamente de acuerdo, y de lo que provida se queja. Si bien no perderé mi tiempo con la mente retorcida de quien  cree que la madre debería entregar su vida por la mórula o ver a su pobre hijo morir apenas nace estoy dispuesta a discutir la causal de violación.

Estimada gente de provida, imaginen que son una tierna niña de trece años que vive una realidad muy humilde y su única vía de salida es por medio del estudio. Ahora imaginen que todos los domingos, cuando se termina la comida familiar, el tío te lleva a un lado y hace lo que quiere contigo, y amenaza con las penas del infierno si abres la boca. Esta seguidilla de lamentables episodios termina en un embarazo. Piensas en darlo en adopción, pero vas a tener que aguantar nueve meses de malas miradas, prejuicios, posiblemente que tengas que irte por un tiempo del colegio para al fin tener al niño y entonces entregarlo a la máquina productora de niños en riesgo social, más conocida como Sename. En caso de que no sea así vas a tener un pequeño niño criado por el rencor y el trauma de ver en la inocencia de su cara el momento más oscuro de tu vida. Vas a necesitar ayuda para criar a ese infante, porque una niña pequeña no puede hacerse cargo de un niño pequeño, lamentablemente tus padres no te dan garantía de eso. Al final lo que tienes son dos niños con los sueños rotos y la vida hecha un lío.

Voy a ser tajante al decir que quien declare que las mujeres van a denunciar que las violaron para poder abortar cuando en realidad fue producto de una irresponsabilidad es un imbécil. Fíjate que porque no tuve mucho cuidado con mi pololo voy a denunciar a un hombre de violación, voy a demacrar mi cuerpo y mis órganos sexuales para que parezca algo no consentido y voy a exponerme a juicios y exámenes psicológicos. ¡Por favor! Si vamos a discutir seamos serios. No pienso escuchar tampoco a ninguno de esos políticos que ahora hablan de asesinato cuando en la dictadura guardaban sepulcral silencio ante los horrores que se cometían en Villa Grimaldi y Londres 38.

Si estuviéramos en otro contexto podríamos ponernos a divagar sobre el inicio de la vida y la relatividad de la existencia o no existencia. El tema que se discute hoy es de extrema urgencia y fundamental para respetar los derechos de la mujer que se cumplen en cualquier otro país desarrollado. Nuestro pequeño estado latinoamericano no va a ser la cuna de un conservadurismo moralista, llegó la hora de liberar a las mujeres del sometimiento patriarcal que cada día se hace menos presente.

 

Trini Aparici, Rama Cívica

 

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